Cambiar la prioridad del proceso de sus tareas importantes es una de las formas más avanzadas de aumentar el rendimiento^{(one of the more advanced ways to boost performance)} en Windows 10 . Bastante fácil^(Easy) de hacer, pero un poco complicado para no estropearlo accidentalmente.

¿Qué es exactamente la prioridad del proceso? ¿Deberías hacerle cambios? ¿Y cómo establece realmente la prioridad del proceso en Windows 10 ? Esta guía responderá a todas estas preguntas.

¿Qué es la prioridad del proceso^{(Process Priority)} y por qué es importante^(Important) ?

Las computadoras no son multitareas. Realmente no. Cuando su sistema operativo está ejecutando múltiples programas (o simplemente servicios en segundo plano) simultáneamente, en realidad está haciendo malabarismos entre ellos.

Incluso en los procesadores de varios núcleos, solo hay una cantidad limitada de subprocesos que se pueden ejecutar a la vez, por lo que racionar el tiempo del procesador se vuelve muy importante. Para mantener una fachada de ejecución en tiempo real, su computadora tiene que elegir a qué tareas dar prioridad, dando lugar a un sistema de prioridad.

La prioridad del proceso es simplemente la "importancia" de cada proceso. Las tareas que son esenciales para el buen funcionamiento de su computadora (en su mayoría procesos del sistema) tienen una prioridad más alta que una aplicación que se ejecuta en la parte superior. Esto asegura que incluso bajo la carga máxima, las capacidades básicas de su PC no se vean afectadas.

¿Cuáles son los niveles de prioridad de los procesos^{(Process Priority Levels)} ?

La prioridad del proceso se define en múltiples niveles discretos. Como un sistema de clasificación, ordena los procesos de arriba a abajo, en orden de importancia.

Hay seis niveles de prioridad en Windows . Solo cinco de estos están destinados a ser configurados por aplicaciones (o usuarios, para el caso).

• Normal es, bueno, el nivel de prioridad 'normal'. La mayoría de las aplicaciones se ejecutan en este nivel.
• Por debajo de lo normal^{(Below normal )} está el nivel de prioridad justo por debajo de lo normal. A los procesos de este nivel se les asignan menos recursos que a las aplicaciones normales. Ideal^(Best) para tareas sin importancia sin limitaciones de tiempo.
• Bajo^{(Low )} es el nivel de prioridad más bajo en Windows . Las tareas^(Tasks) que operan en este nivel reciben recursos solo después de que todos los demás procesos hayan completado sus tareas actuales.
• Por encima de lo normal^{(Above normal )} es el siguiente nivel de prioridad más alto después de lo normal. Úselo para los procesos que necesitan un pequeño impulso pero que no necesitan eclipsar los procesos del sistema.
• Alto^{(High )} es un nivel de prioridad utilizado por procesos importantes del sistema necesarios para el buen funcionamiento de la computadora. No recomendado para aplicaciones de usuario.
• Realtime es el nivel de prioridad más alto posible en Windows . Básicamente^(Basically) , las tareas en este nivel se ejecutan en tiempo real, a expensas de cualquier otro proceso. Por esta razón, este nivel solo está reservado para procesos de interfaz de hardware. Ejecutar aplicaciones en este nivel de prioridad puede bloquear fácilmente su computadora.

Lo normal y por encima de lo normal son realmente los únicos dos niveles de prioridad que debe usar para las tareas diarias. Los niveles de prioridad más altos deben dejarse para los procesos del sistema y los niveles más bajos para tareas en segundo plano sin importancia.

¿Cuál es el efecto^(Effect) de establecer la prioridad^(Priority) de una tarea^(Task) ?

Establecer una nueva prioridad de un proceso modifica su lugar en la cola de procesamiento. Las tareas con una prioridad más alta tienen preferencia en la asignación de recursos del sistema, como el tiempo de CPU y la memoria, lo que les permite ejecutarse más rápido.

Por otro lado, demasiadas tareas llevadas a un nivel de prioridad más alto anulan el propósito mismo de que exista una jerarquía en primer lugar. Si todos los procesos se ejecutan en Alto^(High) , ¿cómo determinará el sistema operativo qué procesos son verdaderamente esenciales?

Si se actualizan demasiadas tareas no esenciales a niveles de prioridad más altos, su computadora podría comenzar a congelarse o incluso fallar por completo. Es por esto que en la mayoría de los casos la mejor idea es dejar la prioridad del proceso como está. Incluso cuando cambie la prioridad del proceso, apéguese a los pequeños cambios y aplíquelos solo en uno o dos procesos.

Cómo establecer la prioridad del proceso^{(Process Priority)} en el Administrador de tareas^{(Task Manager)} en Windows 10

Si bien existen varias formas^{(multiple ways)} de establecer la prioridad de los procesos en Windows , el método más sencillo es utilizar el Administrador de tareas^{(Task Manager)} .

1. Abra el Administrador de tareas^{(Task Manager)} usando el método abreviado de teclado Ctrl+Alt+Del o haciendo clic con el botón derecho en la barra de tareas y seleccionando Administrador^{(Task Manager )} de tareas en el menú que aparece.

1. Al abrir el Administrador de tareas^{(Task Manager)} por primera vez, aparecerá una ventana básica que muestra solo las aplicaciones en ejecución. Seleccione Más detalles^{(More details )} para obtener la vista completa.

1. Ahora puede ver la lista completa de todos los procesos en ejecución en su computadora, incluidas las tareas en segundo plano. Por defecto están ordenados por consumo de memoria; puede seleccionar cualquier otra categoría de la parte superior para cambiar la clasificación.

1. Seleccione el proceso del que desea cambiar la prioridad y cambie a la pestaña Detalles .^{(Details )}

1. En Detalles^(Details) , puede ver el estado y otros detalles técnicos del proceso en ejecución. Muchos subprocesos ocultos en la pantalla principal también se muestran aquí.

1. Haga clic derecho en su proceso seleccionado y navegue hasta Establecer prioridad. ^{(Set priority.)}Esto muestra un submenú que enumera todos los niveles de prioridad. Seleccione el nivel deseado ( por debajo de lo normal^{(Below normal)} en nuestro ejemplo).

1. Aparecerá un mensaje para confirmar si desea cambiar la prioridad del proceso seleccionado. Seleccione Cambiar prioridad^{(Change priority )} para aplicar el cambio.

Esto establecerá la nueva prioridad del proceso inmediatamente. El proceso operará en este nivel de prioridad durante el resto de la sesión actual. Si reinicia su computadora (o solo el proceso), el nivel de prioridad se restablecerá a su valor predeterminado.

¿Debe cambiar la prioridad^(Priority) de un proceso?

Hemos visto lo fácil que es cambiar el nivel de prioridad de un proceso desde el Administrador de tareas^{(Task Manager)} en Windows 10 . Esto podría hacer que se pregunte: ¿por qué no actualizar la prioridad de cada aplicación en ejecución? ¿Seguramente aumentar el rendimiento siempre es algo bueno?

Pero no deberías hacer eso. Hay una razón por la que hay varios niveles de prioridad en primer lugar, y poner todos los procesos en ejecución en la categoría Alta^(High) solo creará conflictos e inestabilidad en el sistema.

En el mejor de los casos, debe actualizar solo un proceso dado a la vez y no llevarlo más allá de lo normal^(Above) . Esto le da un impulso rápido sin poner en peligro el funcionamiento de la computadora. Idealmente, no debería perder el tiempo con la prioridad del proceso, utilizando funciones integradas como el modo de juego^{(using built-in features like the Game Mode)} para aumentar el rendimiento de las aplicaciones con muchos recursos.

How to Set Process Priority in Task Manager on Windows 10

Сhanging the process priority of your important tasks іs one of the more advanced ways to boost performance in Windows 10. Easy enough to do, but a bit tricky not to mess up accidentally.

What exactly is process priority? Should you be making changes to it? And how do you actually set the process priority in Windows 10? This guide will answer all these questions.

What Is Process Priority and Why Is It Important?

Computers aren’t multitaskers. Not really. When your operating system is running multiple programs (or just background services) simultaneously, it is actually juggling among them.

Even in multi-core processors, there are only so many threads that can be run at once, so rationing processor time becomes quite important. To maintain a facade of running in real-time, your computer has to choose which tasks to give precedence to, giving rise to a priority system.

Process priority is simply the ‘importance’ of each process. Tasks that are essential for the smooth running of your computer (mostly system processes) are accorded a higher priority than an application running on top. This ensures that even under the maximum load, the core capabilities of your PC are not affected.

What Are the Process Priority Levels?

Process priority is defined in multiple discrete levels. Like a ranking system, this orders processes from the top to bottom, in the order of their importance.

There are six priority levels in Windows. Only five of these are meant to be set by applications (or users, for that matter).

• Normal is, well, the ‘normal’ priority level. Most applications run at this level.
• Below normal is the priority level just below normal. Processes on this level are allocated fewer resources than normal applications. Best suited for unimportant tasks with no time constraints.
• Low is the lowest priority level in Windows. Tasks operating at this level are given resources only after all other processes have completed their current tasks.
• Above normal is the next higher priority level after normal. Use this for processes that need a little boost but don’t need to upstage system processes.
• High is a priority level used by important system processes necessary for the smooth functioning of the computer. Not recommended for user applications.
• Realtime is the highest possible priority level in Windows. Basically, tasks on this level run in real-time, at the expense of any and every other process. For this reason, this level is only reserved for hardware interfacing processes. Running applications on this priority level can easily crash your computer.

The normal and above normal are really the only two priority levels you should use for everyday tasks. Priority levels higher than that should be left to system processes and the lower levels for unimportant background tasks.

What Is the Effect of Setting the Priority of a Task?

Setting a new priority of a process modifies its place in the processing queue. Tasks with a higher priority are given preference in the allocation of system resources like CPU time and memory, allowing them to run faster.

On the flip side, too many tasks pushed to a higher priority level defeat the very purpose of there being a hierarchy in the first place. If every process is running at High, how is the operating system to determine which processes are truly essential?

If too many non-essential tasks are upgraded to higher priority levels, your computer might start freezing up or even crash outright. This is why in most cases the best idea is to leave the process priority as it is. Even when you do change the process priority, stick to small changes and apply them at only one or two processes.

How to Set Process Priority in Task Manager in Windows 10

While there are multiple ways to set process priority in Windows, the easiest method is to use the Task Manager.

1. Open Task Manager by using the keyboard shortcut Ctrl+Alt+Del or by right-clicking on the taskbar and selecting Task Manager from the menu that appears.

1. On opening the Task Manager for the first time, you will be greeted with a barebones window showing just the running applications. Select More details to get the complete view.

1. Now you can see the complete list of all the running processes on your computer, including background tasks. By default they are sorted by memory consumption; you can select any other category from the top to change the sorting.

1. Select the process you want to change the priority of and switch to the Details tab.

1. In Details, you can view the status and other technical details of the running process. Many sub-processes hidden on the main screen are also shown here.

1. Right-click on your selected process and navigate to Set priority. This drops down a sub-menu listing all the priority levels. Select the intended level (Below normal in our example).

1. A prompt will appear, confirming whether you want to change the priority of the selected process. Select Change priority to apply the change.

This will set the new priority of the process immediately. The process will operate on this priority level for the rest of the current session. If you restart your computer (or just the process) the priority level will be reset to its default.

Should You Change the Priority of a Process?

We have seen how easy it is to change the priority level of a process from the Task Manager in Windows 10. This might make you wonder – Why not upgrade the priority of every running application? Surely boosting performance is always a good thing?

But you shouldn’t do that. There is a reason there are various priority levels in the first place, and putting every running process in the High category will only create conflicts and system instability.

At best, you should upgrade only one given process at a time, and take it no further than Above normal. This gives it a quick boost without jeopardizing the functioning of the computer. Ideally, you shouldn’t mess around with process priority at all, using built-in features like the Game Mode to boost the performance of resource-heavy applications.

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